dissabte, 31 de desembre del 2011

Heraldo de Madrid y su contexto

Monumental trabajo de Juan Fermín Vílchez que aborda la historia de la prensa española desde la perspectiva de su presentación gráfica, lo que no le impide recoger testimonios de periodistas que dejaron escritas sus experiencias en las redacciones.
Heraldo de Madrid tiene un tratamiento en esta historia mucho más normalizado que en  libros anteriores de otros autores, que ningunearon la importancia del periódico que fue líder de la prensa republicana.
Vílchez traza un completo perfil de Manuel Fontdevila, el director de Heraldo y también su autor gráfico, con lo que hace una notable aportación a la recuperación de este periodista fundamental en la historia del periodismo español. De hecho, el propio Vílchez califica a Fontdevila de "el confeccionador de prensa más importante de España en la década de los 20".
La historia de los periódicos de la Sociedad Editora Universal está somera pero correctamente reflejada, incluyendo su dramático final, con la incautación de los falangistas narrada por el diario Arriba un año después de la caída de Madrid.
También El Diluvio encuentra su lugar de forma natural en esta narración histórica de la prensa. Se caracteriza su personalidad popular y se reproducen algunas de sus portadas, realizadas con un singular gancho en sus últimos años, lo que le llevaría a superar los 100.000 ejemplares de tirada.
El libro de Vílchez es una referencia obligada desde su publicación, una pequeña enciclopedia ilustrada que por sí sola es un placer consultar, pero que además suple gran cantidad de pistas para seguir profundizando con rigor en el pasado de la prensa española.



diumenge, 13 de novembre del 2011

El Diluvio, vist des de Cuba

Jaume Claramunt va ser el director de El Diluvio durant gairebé vint anys. Havia nascut a Cuba fill de catalans i allà va anar quan va acabar la guerra amb la derrota del bàndol republicà en què ell es situava.
Mentre va treballar com a director del diari va publicar un únic llibre, un recull d'articles dedicats a Alejandro Lerroux, El peor enemigo de la República. L'any de publicació és el 1934, quan Lerroux presidia el govern i maldava per incorporar-hi ministres de la CEDA, el grup polític dretà que havia guanyat les eleccions. El president de la República, Alcalá Zamora, feia equilibris amb la interlocució política per evitar que les forces republicanes d'esquerra es llancessin a una mobilització contra el govern si incorporava massa elements de dreta, com va acabar passant el mes d'octubre. En aquest context es va publicar el llibre de Claramunt que, segons ell mateix, va ser un èxit a llibreries i quioscos fins que en Lerroux el va fer retirar. De fet, la portada d'aquest exemplar que he trobat en un llibreter de vell diu que és la tercera edició, o sigui que en Claramunt te raó.
Un cop va ser a Cuba, el director de El Diluvio va rememorar les seves experiències a la ràdio amb una secció que es va anomenar Memorias de un viejo periodista. Ara he tingut la sort de recuperar bona part d'aquestes intervencions manuscrites, que es guarden a l'arxiu nacional de Cuba.
Són molts papers i farà falta temps per analitzar-ho tot, però ja comencen a sortir pepites d'or, com les comunicacions dedicades a Lluís Companys. Claramunt i Companys es coneixien força. Abans de ser president, Companys va escriure sovint a les pàgines de El Diluvio i compartia la seva línia política republicana i federalista. Diu Claramunt que, quan va morir Francesc Macià al Nadal de 1933, ell va escriure un article al diari suggerint el nom de Companys com a successor. Després d'alguns dubtes li va dir al propi Companys que publicaria l'article i el líder republicà s'hi va oposar en un primer moment. Amb la conversa va constatar la determinació de Claramunt i va acabar acceptant la publicació d'un article que va ser determinant en el seu futur i en el de Catalunya.

diumenge, 30 d’octubre del 2011

Lo que faltaba de Chaves Nogales

María Isabel Cintas acaba de publicar su biografía sobre Chaves Nogales, que fue premio Antonio Domínguez Ortiz de la Fundación José Manuel Lara. La catedrática de enseñanza secundaria de Sevilla pone así una joya en la obra que ha llevado a cabo recuperando la figura del periodista sevillano. Desde los estudios especializados, la publicación de la obra completa de Chaves Nogales y la edición de algunos de sus textos en la editorial Renacimiento, la actividad de Cintas es reconocida por todos los amantes del fenómeno Chaves, que alcanza a las librerías con las reediciones que también lleva a cabo Libros del Asteroide.
Manuel Chaves Nogales fue el redactor jefe de Heraldo de Madrid que acompañó a Manuel Fontdevila en la dirección del periódico cuando los hermanos Busquets dieron luz verde al relanzamiento del periódico en 1927. Fontdevila tenía una visión moderna del periodismo que primaba el reportaje, la acción y los hechos por encima del comentario adocenado tan habitual en la prensa de la época. Chaves encajaba es este estilo y llevó a cabo iniciativas que pasaron a la historia del periodismo como la vuelta a Europa en avión, que le llevó a visitar la Unión Soviética y escribir una serie de crónicas que, más tarde, se publicaron en forma de libro. Chaves dejó Heraldo en 1930 y pasó a ser subdirector de Ahora, el diario del editor Luis Montiel, donde desarrolló un trabajo de primera linea durante los años de la República. Igual que Fontdevila y otros periodistas republicanos, Chaves salió al exilio en 1937, pasó unos años en París y acabó en Londres, donde murió prematuramente dejando tras si una ingente obra. Su libro más celebrado A sangre y fuego es un conjunto de relatos cortos que denuncian episodios de gran crueldad durante la guerra civil ocurridos en ambos bandos. 
La muerte de Chaves en el exilio le relegó al olvido durante  muchos años, hasta que María Isabel Cintas puso el empeño de recuperar su figura.Al parecer, hay que tener una tenacidad a prueba de bombas para alcanzar lo que otros consiguen con la simple inercia de un nombre como Hemingway o Robert Capa. Las fotografías de Díaz Casariego todavía están enterradas en el Ayuntamiento de Madrid, Fontdevila es un fantasma, Heraldo de Madrid un desconocido, queda mucho por hacer.





divendres, 9 de setembre del 2011

Heraldo y Arturo Barea

Arturo Barea fue un miltante socialista que actuó como censor de la prensa internacional durante la guerra civil en Madrid, lo que significa que revisaba los textos de Hemingway, Herbert Matthews y Marta Gellhorn entre muchos otros. Barea mantenía amistad con Alfredo Cabanillas desde tiempo atrás. En su exilio británico escribió una autobiografia novelada La forja de un rebelde, considerada de lo mejor en su género. En 1990, Televisión española produjo una excelente serie dramática de 6 capítulos de 1 hora y media cada uno poniendo en escena la narración. Heraldo de Madrid está presente en la serie desde el primer capítulo, cuando el Barea niño trabaja de repartidor del periódico. Ya en su edad adulta, Heraldo aparece como el periódico que Barea tiene en sus manos la mayor parte de ocasiones. Desde luego hay muchos otros motivos para ver esta serie en la mediateca de Rtve www.rtve.es/television/forja-rebelde/ un placer estético y narrativo de la serie dirigida por Mario Camus.

dijous, 8 de setembre del 2011

El boom de Cabanillas

Hasta tres libros de Alfredo Cabanillas se han publicado en los últimos doce meses en España tras décadas de silencio. Fue uno de los periodistas destacados de Heraldo de Madrid, ingresó en 1921 y se hizo adepto del director de entonces, José Rocamora. Enseguida fue enviado especial a la guerra de Marruecos, de la que publicó numerosas crónicas y se edito después el libro La epopeya del soldado reeditado el año pasado. Su habilidad para las relaciones sociales le llevó hasta el mismo rey Alfonso XIII, de quien arrancó el compromiso de que el Gobierno subvencionara la construcción de la colonia Los Pinares, barrio de periodistas en el Madrid de los 20, parcialmente en pie hoy en día. Cabanillas asumió la dirección del periódico al estallar la guerra, cargo en el que permaneció hasta 1937, cuando el comité de redacción le destituyó por sus actividades de protección de pesonalidades conservadoras en el Madrid sitiado.
En el exilio argentino, Cabanillas se pasó al bando franquista firmando duras crónicas contra la República y sus líderes políticos, juicios recogidos también en el libro Hacia la España eterna de elocuente título. Aún así, no consiguió el plácet de las autoridades franquistas en España para su retorno tras el conflicto y se estableció cómodamente en Buenos Aires, donde alternó con círculos franquistas y dirigió el Diario Español. Sólo en 1963 consiguió volver tras las gestiones de sus conocidos en el ambiente militar. No pudo trabajar como periodista en la España de Franco, aunque publicó colaboraciones en ABC durante una década. Murió en 1977, pero sus papeles los conservó una persona allegada que, hace unos años, hizo donación al museo Alcalá Zamora de Córdoba, donde había vivido sus últimos tiempos. Con estos materiales se montó una exposición en el museo y este año se ha editado un lujoso volumen "El legado de Alfredo Cabanillas", editado por la Diputación Provincial. Contiene textos de Francisco Durán, que resigue la trayectoria de Cabanillas apoyándose en unas memorias escritas a los 81 años. Precisamente estas memorias íntegras son las que ha editado Espuela de Plata, en su colección España en armas. Cuentan con una acertada introducción de Isabelo Herreros en la que describe Heraldo de Madrid para el lector y anota en el texto de Cabanillas muchas correcciones y contextualizaciones necesarias para un autor que escribió de memoria y con notables ansias de autojustificación.
No deja de ser irónico que sea Cabanillas quien haya concitado tanta actividad editorial, dada su sinuosa trayectoria. En su texto se expresa con desprecio por la clase obrera, con fobia por las ideas comunistas y anarquistas y con gran cariño por la monarquía y la figura de Alfonso XIII. Y a pesar de todo ello fue jefe de redacción de Heraldo de Madrid y ocupó la dirección en un momento tan grave como el inicio de la guerra civil. En el tópico franquista, Heraldo de Madrid figura como el summum de la España roja, pues hete aquí una prueba irrefutable de la pluralidad de un periódico muy mal conocido todavía por el público de nuestros días.

dimarts, 23 d’agost del 2011

Ràdio contra telègraf el 1931

Al migdia del 14 d'abril del 1931, Lluís Companys i Francesc Macià havien proclamat la República des del balcó de l'Ajuntament de Barcelona. En un primer moment, hi havia poc més d'una desena de persones a la plaça de sant Jaume, que van quedar atònites davant la gosadia de Companys i uns pocs acompanyants. Després va funcionar el boca orella i la plaça es va omplir fins que poc abans de les 2 del migdia era una olla. Amb el grup hi havia el periodista Adrià Vilalta, redactor de El Diluvio, que es va oferir per anar a explicar la noticia per Ràdio Barcelona. Companys va ordenar que li posessin un automòbil a disposició per arribar-hi tant aviat com fos possible.
Capa les tres de la tarda, al Palacio de Comunicaciones de Madrid es rebia la noticia de la proclamació republicana a Barcelona. Pedro Llabrés era un dels telegrafistes que van reaccionar mostrant saques de correus  color vermell per les finestres fins que van aconseguir una bandera republicana i la van hissar a la façana del palau. Va ser el senyal que a Madrid es va interpretar com el primer signe oficial de l'arribada de la República. El que no sabem és quina informació va arribar abans, si la del relat de Vilalta per la ràdio o el cable d'agència que van rebre els telegrafistes de Madrid.
Pedro Llabrés va explicar la seva feta en una carta al director de Heraldo de Madrid uns dies després, una carta que el diari va destacar pel simbolisme que havia adquirit el 14 d'abril la bandera a la façana de la plaça de la Cibeles. Més tard, Llabrés va ser conegut com a compositor de sarsueles, activitat en la que va tenir una trajectòria notable.
L'Adrià Vilalta va tenir diversos càrrecs als governs de la Generalitat republicana i, en acabar la guerra, va anar a l'exili mexicà, on va reprendre el periodisme. Al diari Excelsior del DF va fer una important contribució desenvolupant el periodisme econòmic. Els seus germans, Emilià i Antoni Vilalta Vidal també van viure i treballar a Mèxic després de la guerra.

dissabte, 23 de juliol del 2011

Juan G. Olmedilla y el general Miaja


Juan González Olmedilla nació en Sevilla en 1895. En Madrid trabajó como redactor para el diario Figaro,  Excelsior y colaboró en multitud de publicaciones. En 1924 entró a formar parte de la redacción de Heraldo de Madrid, en la que continuó hasta su salida de España durante la guerra civil. Narrador, traductor y poeta, cultivó el género galante en sus escritos, que incluyeron temas lésbicos. Como periodista, Olmedilla trató temas políticos e hizo crítica teatral. En su expediente de la asociación de la prensa se consigna el cargo de jefe de información política de Heraldo de Madrid en 1934. Durante la guerra cubrió el frente de Andalucía, donde siguió especialmente la figura del general Miaja, al que dedicó numerosos artículos, que dieron origen a un gran reportaje que se publicó en forma de folleto. Lo escribió en Buenos Aires y lo publicó allí la Editorial Madrid en 1937. Durante su exilio en Argentina trabajó para el diario Crítica de Natalio Botana junto al director de Heraldo de Madrid, Manuel Fontdevila y colaboró también en la radio actuando junto al reconocido actor Pedro López Lagar. Su reportaje biográfico sobre Miaja es una pieza de urgencia, desconocida en las bibliotecas españolas. He obtenido una copia electrónica en la Universidad de California, que tiene un importante fondo español en el campus de San Diego. Olmedilla traza algunos rasgos de la personalidad del general más célebre del Ejército republicano, a quien atribuye una actitud abierta ante la prensa. Sin embargo, el autor sí critica la política informativa dels "avestruzaje" que llevaba a cabo la censura en el bando republicano y que convertía la prensa en una lejana imagen de la realidad. El texto es abundante en retórica y alabanzas, pero de vez en cuando asoma un destello narrativo que dibuja la popularidad del general que asumió la defensa de la capital española tras la marcha del gobierno republicano a Valencia. 
Cuando alguna vez el defensor quiso estirar las piernas paseando por las calles de Madrid, siempre se vio a la postre en serio trance, porque el entusiasmo desbordado de la multitud que le rodeaba, abrazándole, estrujándole, le impedía materialmente dar un paso. Los más comedidos no se resignaban a irse sin haber estrechado su mano de hombre cabal; y las mujeres, sin rimel ni carmin ya -famélicas, pero jubilosas- se desgañitaban hasta conseguir, todas ellas, que el general fuera besando uno por uno a sus hijitos, depauperados y astrosos por las privaciones del tenaz asedio inútil. 
El texto completo del libro de Olmedilla está disponible para descarga desde Scribd en el perfil de Gil Toll.

dimarts, 24 de maig del 2011

La fortuna de Joan Busquets Llinàs

El 1909 va morir Joan Busquets Llinàs, el meu rebesavi, que havia fet fortuna a Cuba amb la fabricació de pa i el comerç de la farina. El seu llegat es pot resseguir a l'arxiu històric de protocols del col.legi de notaris, on hi ha diverses inscripcions relatives al seus testaments (en va fer tres de diferents) i a la distribució de l'herència. Aquesta es composava de la casa de Canet de Mar i diverses finques a la zona del Grau, la casa de la Plaça Reial de Barecelona i una altra casa a L'Havana, al carrer San Nicolás. Als seus dotze fills els deixava la legítima, una part igual per cadascú de la quarta part de tot el llegat i la resta anava per la seva esposa, que també era usufructuària de tots els béns. En un dels testaments, Joan Busquets estima en 25.000 pessetes la legítima que li corresponia al seu primogènit, Gaspar, el meu besavi. A partir d'aquí podem afirmar que la fortuna que deixava en herència es valorava en 1.200.000 pessetes de 1894, que és la data d'aquest testament. O sigui, una fortuna.

diumenge, 1 de maig del 2011

A bord del Massilia, rumb a Buenos Aires, any 1939

A bord del vaixell Massilia van arribar a Buenos Aires ara fa gairebé 72 anys més d'un centenar de refugiats de la guerra civil espanyola. Entre ells hi havia un gran nombre de persones del món de la cultura i el periodisme. Manuel Fontdevila, director de l'Heraldo de Madrid durant gairebé10 anys formava part del grup i l'acompanyava Juan G. Olmedilla, periodista i poeta que havia treballat també al diari. A Buenos Aires van treballar tots dos pel diari Crítica, que Manuel Fontdevila també acabaria dirigint. Això va ser possible perquè mentre va durar la guerra, Fontdevila va ser el corresponsal de Crítica a París i quan va arribar a la capital argentina, l'editor Natalio Botana el va rebre a ell i a la resta de refugiats amb els braços oberts. Millor dit seria amb les mans carregades de bitllets, doncs els va donar una quantitat important a cadascun dels refugiats que desembarcaven a la mateixa escala del vaixell. A favor del gest hi va jugar el fet que aquell dia Botana havia guanyat una aposta a les curses de l'hipòdrom de Buenos Aires i va decidir emprar els diners en una causa que considerava justa.
Molts periodistes i intel.lectuals van treballar pels diaris de Natalio Botana, però la seva mort en accident de cotxe uns anys més tard va suposar un tomb en el seu grup de comunicació que va provocar la sortida, entre d'altres, de Fontdevila. Entre els que no van treballar per Botana hi havia Francisco Ayala, l'escriptor mort l'any passat després d'una vida centenària i que es lamentava en les seves memòries de no haver participat en aquesta aventura professional. Tampoc ho va fer el poeta Rafael Alberti, que va viure també a Buenos Aires una pila d'anys. En canvi, Ayala i Alberti han passat a la posteritat com a grans figures -que ho són- i han atret l'atenció dels estudis sobre l'exili a l'Argentina en detriment de persones com Fontdevila, Olmedilla i el també periodista català Paco Madrid, corresponsal de l'Heraldo a Barcelona durant la República.
Més de setanta anys després dels fets, un dels seus protagonistes, llavors un noi de 14 anys, m'ha fet arribat la invitació a un acte que es va fer a Buenos Aires en celebrar-se l'aniversari 70 l'any 2009. Salvador Valverde ha estat periodista i guionista de pel.lícules de cinema i conserva records d'aquells temps. També Marcelo González Pomés, nét d'Olmedilla, conserva viva la memòria del seu avi. Junts esperem reconstruir les passes de personatges importants de la nostra història.

dilluns, 14 de març del 2011

L'Heraldo de Madrid a una pel.lícula de 1929


El 1929, el cineasta Francisco Elías va rodar una pel.lícula sonora a Madrid amb el novedós sistema Phonofilm. La va titular "El misterio de la puerta del sol" i l'argument era una mena de thriller amb assassinats pel mig que tenia per protagonistes a dos treballadors dels tallers d'Heraldo de Madrid. Es van gravar diverses escenes a peu de rotativa i són un document únic i excepcional sobre el funcionament del diari.
La pel.lícula va estar desapareguda durant molts anys i es donava per perduda, però va aparèixer a les golfes d'una casa particular els anys 90 i la Filmoteca Española la va restaurar i donar a conèixer. Jo no en tenia la més mínima idea fins que fa uns dies en vaig veure fragments a Youtube, penjats per Ricardo Márquez, l'autor del molt interessant blog historias-matritenses.blogspot.com/ Us podeu imaginar com vaig saltar de la cadira!
La vida comercial del film sembla que va ser gairebé nul.la, només es coneix un passi a la ciutat de Burgos el 1930. El gran entrebanc va ser el sistema de so que utilitzava, que era molt novedós i inaccessible a les sales de cinema d'aquell temps. De fet, el sistema de so que es va imposar va ser un altre i el Phonofilm va quedar arraconat. Avui, però, podem gaudir d'una cinta que té un valor documental enorme. Durant anys es va creure que era la primera pel.lícula sonora parlada en castellà, fins que fa un parell d'anys es va trobar una filmació anterior amb cançons de Concha Piquer. En tot cas, les primeres paraules que es pronuncien a El misterio... són d'un casticisme antològic: "Oiga pollo, a dormir se va al Ateneo" fantàstic!

dimecres, 19 de gener del 2011

La importància d'Antonio Sacristán

Acabo de llegir els documents que m'ha enviat des de Mèxic Emilio Sacristán, nét de l'administrador de la Sociedad Editora Universal. El senyor Sacristán apareix en la fotografia al fons de la taula, amb barba, al costat de Manuel Busquets, en un dinar amb agents de publicitat. Tots dos formaven el motor de l'empresa fent relacions amb els publicistes com en aquest cas i portant els comptes de forma tan professional que els diaris del grup es van distingir per la seva solvència econòmica enfront de la resta de grups, que vivien en continus alts i baixos. Però la importància d'Antonio Sacristán no m'havia quedat prou clara fins que he llegit els documents que esmentava abans. Entre ells hi ha una sinopsi històrica dels diaris en la que Sacristán explica la seva entrada a El Liberal l'any 1892 com a administratiu i la sintonia que va establir amb un diari que defensava idees democràtiques i de progrés que el van portar a rebutjar la guerra de Cuba, cosa que els va aïllar de les èlits polítiques i econòmiques. Més tard, El Liberal va estar al costat dels aliats en la I Guerra Mundial, defensant la democràcia i la llibertat enfront tota la dreta espanyola, que donava suport als alemanys. Llavors ja s'havia format la Sociedad Editorial de España i tenia Miguel Moya com a líder periodístic del grup i, de fet, de la professió, doncs va fundar la Asociación de la Prensa de Madrid i en va ser president durant vint anys. La mort de Moya va ser el que va precipitar la recerca de nous socis i va ser Sacristán qui va picar la porta dels germans Busquets, que van dir sí i es van llançar a una aventura apassionant. Gràcies a aquests documents he vist la firma del meu besavi, Gaspar Busquets, i la de la meva àvia, Maria Busquets Romacho, com accionistes de la societat. Hi ha moltes informacions novedoses que em disposo a incorporar al manuscrit que ja tinc enllestit i que sens dubte li donaran un plus de riquesa informativa que els lectors agraïran.